El 5 de octubre Microsoft ha puesto a disposición de los interesados su sistema operativo Windows 11, y no cabe duda que son muchos los que a estas alturas se preguntarán si vale la pena actualizar o continuar con el improductivo pero ya conocido Windows 10.

La entrega llega mediante una actualización gratuita a los usuarios de posean una licencia válida de Windows 10 y que sus computadores cuenten con los requisitos mínimos de hardware. También están disponibles imágenes ISO que se pueden usar en nuevas instalaciones y que se pueden descargar desde el sitio oficial de Microsoft.

Requisitos mínimos de hardware

Para actualizar o realizar una nueva instalación su computador o máquina virtual debe cumplir con los siguientes requisitos:

  • Procesador (CPU) de 64 bits con 2 o más núcleos incluidos en este listado.
  • Memoria RAM de 4 GB.
  • Almacenamiento de 64 GB.
  • Chip gráfico compatible con DirectX 12 con el controlador WDDM 2.0.
  • Firmware UEFI compatible con la función de "Arranque Seguro".
  • Módulo de plataforma segura (TPM) versión 2.0.
  • Pantalla de 9 pulgadas con resolución HD.
  • Conexión a Internet para Windows 10 Home.
  • Windows 10 versión 2004 (o superior).

¿Que hay de nuevo?

La verdad es que muy poco. La colocación de la barra de tareas en el centro de la parte inferior es uno de los aspectos más notorios, junto con los Widgets, anteriormente llamados Gadgets y que desaparecieron con Windows 7, también notamos la ausencia del asistente de voz Cortana que ha sido eliminado, y la verdad, no creo que alguien lo vaya a echar de menos ya que nunca fue de utilidad.

Nuestra impresión después de alrededor de 20 minutos es la de un Windows 10 con maquillaje, enfocado en llamar la atención del usuario con el fin de extraer hasta su más mínima información personal, algo que no se podrá evitar en la versión de Windows 11 Home Edition gratuita ya que estará obligado a utilizar una cuenta de Microsoft para iniciar sesión, como dice el viejo dicho: "Nada en esta vida es gratis", algo que Microsoft hace valer utilizando el modelo de negocios donde los datos del usuario son el motor de monetización.

Productividad

Como ya se ha hecho de costumbre para los usuarios de Windows 8 en adelante, la distracción que genera el sistema operativo es brutal, con notificaciones constantes sobre actualizaciones, reinicio, seguridad y más. Muchas de estas notificaciones se pueden desactivar, pero el tiempo que hay que invertir en configurar el sistema es de locos y el resultado final es que con Microsoft NUNCA tendremos el control total de nuestros equipos.

Privacidad

Hasta el mismo Microsoft ha evitado hablar sobre la privacidad de Windows 11 durante su lanzamiento, ya que el sistema operativo requiere de una cuenta de Microsoft para la mayoría de sus funciones por lo que la recolección de datos forma parte del paquete y no existen opciones en el entorno gráfico para que un usuario con conocimientos básicos de computación pueda interferir o excluirse de la entrega, en todo caso, nada muy diferente a lo que ocurre hoy en día con Windows 10.

Conclusión

Desde nuestro punto de vista, si al usar Windows 10 te sentías agobiado con las solicitudes de una cuenta de Microsoft para todo, la aparición de las molestas notificaciones, los interminables "Minutos de Microsoft" en las actualizaciones, el consumo indiscriminado de recursos del sistema operativo, entre una infinidad más de problemas, lo más probable es que con Windows 11 tu vida será un calvario.